martes, 19 de octubre de 2010

Marcel Proust: En busca del tiempo perdido, III. El mundo de Guermantes (1920-1921)

La necesidad de ensueño, el deseo de ser dichoso merced a aquello con que se ha soñado hacen que no sea menester mucho tiempo para que uno confíe todas sus probabilidades de felicidad ala que pocos días antes no era más que una aparición fortuita, desconocida, indiferente.

viernes, 8 de octubre de 2010

William Shakespeare: La Tempestad. [tomado de Dr. en Alaska]

Las altas torres, los bellos palacios, los templos solemnes, todo el globo en realidad, todo ello terminará por disolverse y como una pantomima insustancial no dejará el menor rastro. De la misma sustancia que los sueños estamos hechos y nuestras pequeñas vidas terminan con un sueño.