¿Qué puedo pedirte?
El sueño
ya para mi ardor no basta
y en la carne de mi sueño
aún tu carne no se alcanza.
Cuando te encuentre en el mundo
como sombra iluminada,
como fuego en el destierro,
seré el aire de tu llama.
Hoy nada te pido. El tiempo
me dirá lo que es tu alma.
¿Te he conocido?
¿Quién sabe
adónde mi amor alcanza?