sábado, 1 de enero de 2011

Don DeLillo: Jugadores

Había un orden completo en la noche.
Entonces se volvió más lenta, torpe, sosa. Quería acostarse, pero no tenía ánimos para levantarse y entrar en la casa. Seguía frisando una fase inestable del sueño. Se le resbaló el codo del brazo del sillón y se despertó con un sobresalto. Después todo fue diferente, una pugna.