jueves, 24 de junio de 2010
George Perec: Las cosas
Soñaban con abandonar su trabajo, dejarlo todo, partir a la aventura. Soñaban con volver a empezar de cero, con comenzarlo todo otra vez sobre bases nuevas. Soñaban con rupturas y despedidas.
lunes, 21 de junio de 2010
Albert Camus: La peste
[...] lo miró con los ojos inexpresivos como si estuviese todavía en las regiones del sueño.
viernes, 11 de junio de 2010
Charles Dickens: David Copperfield
¡Ojalá tu rostro esté así presente cuando llegue el verdadero fin de mi vida! ¡Quiera Dios que cuando la realidad se desvanezca ante mis ojos como som bras, lo encuentre todavía a mi lado, señalándome el cielo!
jueves, 3 de junio de 2010
domingo, 30 de mayo de 2010
Henry Miller: Trópico de Capricornio
Cuento esos episodios breve y apresuradamente a medida que me vienen a la cabeza; mi memoria rebosa con millares de detalles semejantes, multitud de caras, gestos, relatos, confesiones, entrelazados y tejidos [...], un monstruoso edificio de sueños construido por entero con realidad y que, sin embargo, no es realidad, sino sólo el recipiente que contiene el misterio del ser humano.
Juan Carlos Onetti: Los adioses
Antes de avanzar, pensó, volvió a descubrir, que el pasado no vale más que un sueño ajeno.
miércoles, 26 de mayo de 2010
John Cheever: Una visión del mundo
Pero en ese momento agradecía a mi esposa lo que acababa de decir, su afirmación de que los aspectos externos de su vida tenían carácter de sueño.
lunes, 24 de mayo de 2010
Henry Miller: Trópico de Capricornio
Estando allí parado, en trance, recordé de repente un sueño que había tenido una y otra vez, que todavía sueño de vez en cuando y que espero soñar mientras viva. Como todos los sueños, lo extraordinario es la viveza de la realidad, el hecho de que uno está en la realidad y no soñando.
sábado, 22 de mayo de 2010
Henry Miller: Trópico de Cáncer
cuando habíamos caminado uno al lado del otro por aquellas calles sórdidas y sucias tan saturadas ahora con mi sueño y mi anhelo, ella no había observado nada, no había sentido nada: eran como cualesquiera otras calles para ella, un poco más sórdidas tal vez, y nada más. No recordaría que en cierta esquina yo me había detenido para recoger su horquilla [...]
viernes, 21 de mayo de 2010
Henry Miller: Trópico de Cáncer
De repente, veo frente a mí una raja oscura y peluda, abierta en una bola de billar brillante y bruñida; las piernas me atenazan como unas tijeras. Una mirada a esa herida oscura y abierta y se me abre una profunda fisura en el cerebro: todas las imágenes y recuerdos que se habían clasificado, rotulado, documentado, archivado, sellado y estampado laboriosa o distraídamente brotan desordenadamente como hormigas que salen de una grieta en la acera; el mundo cesa de girar, el tiempo se detiene, el propio nexo de mis sueños se rompe y se disuelve y mis tripas se derraman en un gran torrente esquizofrénico, evacuación que me deja frente a frente con lo Absoluto. Vuelvo a ver las grandes matronas tumbadas de Picasso, con los senos cubiertos de arañas, y su leyenda profundamente oculta en el laberinto. Y a Molly Bloom tumbada en un colchón sucio para la eternidad. En la puerta del retrete, pichas dibujadas con tiza roja y la madona entonando la melodía del infortunio. Oigo una risa salvaje, histérica, una habitación llena de tétano, y el cuerpo que era negro resplandece como el fósforo. Risa salvaje, salvaje, completamente incontenible, y esa raja riéndose a través de mí también, riéndose a través de las patillas musgosas, una risa que arruga la brillante y bruñida superficie de la bola de billar.
viernes, 14 de mayo de 2010
Réjean Ducharme: El valle de los avasallados.
A ti la dama, la audaz melancolía, que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio. Tú, que atormentas mis noches cuando no sé qué camino de mi vida tomar... te he pagado cien veces mi deuda. De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de la mentira, que tú misma, me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud, no era como el viejo interludio y sí, una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad.
L'avalée des avalés.
martes, 11 de mayo de 2010
Gastón Baquero: Palabras escritas en la arena por un inocente
Yo soy un inocente y he venido a la orilla del mar,
Del sueño al sueño, a la verdad, vacío, navegando el sueño.
miércoles, 21 de abril de 2010
Franz Kafka: Un artista del trapecio
Alarmado, creyó ver en aquel sueño, aparentemente tranquilo, en que habían terminado los lloros, comenzar a dibujarse la primera arruga en la lisa frente infantil del artista del trapecio.
lunes, 19 de abril de 2010
Jorge Luis Borges: O. C., IV, 410
Todos los sucesos de nuestra vida, por aciagos que sean, son invenciones puras de nuestro yo como las desdichas de un sueño.
jueves, 15 de abril de 2010
Jaime Gil de Biedma: Principe de Aquitania, en su torre abolida
Dura en ningún lugar este otro mundo,
y vuelve por la noche en las paradas
del sueño fatigoso...
miércoles, 14 de abril de 2010
Héctor Rojas Herazo: La casa entre los robles
Fundido con el mar, la muerte, el sueño,
purgas en lo que fuiste, quieres pena,
regresas al aroma de un miércoles, al sigilo
de tus desnudos pies en una alcoba.
Recordando un recuerdo, te preguntas
por lo que pudo ser y lo que ha sido.
domingo, 21 de marzo de 2010
William Faulkner: Sketch
Porque ¿dónde está esa carne, dónde esa mano viva que dé forma, en mármol o en sonido o en lienzo o en papel a este sueño que alienta dentro de mí?
miércoles, 17 de marzo de 2010
Juan Carlos Onetti: El astillero
... tanteaba buscando el primer cigarrillo, con los ojos cerrados para salvar lo que fuera posible por las imágenes del sueño recién muerto y fortalecer sin imposiciones lo que tuvieran de nostalgia y dulzura ...
Julio Cortázar: Rayuela, 123
El verdadero sueño se situaba en una zona imprecisa, del lado del despertar
pero sin que él estuviera verdaderamente despierto.
pero sin que él estuviera verdaderamente despierto.
lunes, 15 de marzo de 2010
Gustave Flaubert: La leyenda de San Julian el hospitalario
... todo con la facilidad que se experimenta en los sueños.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)